Este año mis hijos han empezado a ver algunas series de dibujos animados nuevas. En casa procuramos hacer una buena gestión del tiempo de tele, teniendo en cuenta sus gustos, pero también que los contenidos sean adecuados. En alguna serie nos toca transigir, aunque no nos guste mucho, pero también disfrutamos de otras de sus elecciones.
El año pasado publiqué una lista de los dibujos animados favoritos de mi hijo mayor (por aquel entonces al pequeño no le interesaba mucho la tele). Con el paso del tiempo, los gustos han ido cambiando y el pequeño se ha incorporado al mundo televisivo. En casa consideramos importante la gestión de la tele: el tiempo que la ven, lo que ven y cómo la ven. Forma parte de su educación, exactamente igual que leer cuentos, pintar, jugar... Es tiempo de ocio, sí, pero también de aprendizaje. No estoy muy de acuerdo con aquellos que aseguran tajantemente que con la tele no aprenden nada y que es un entretenimiento pasivo. Si vieran a mi hijo pequeño viendo vídeos de Baby Einstein, por ejemplo, no pensarían lo mismo: interactúa con los personajes que aparecen en pantalla, repite palabras nuevas, recibe estímulos sensoriales, descubre muchas cosas...
Hay determinada tele que atonta, a mayores y a pequeños. En la parrilla televisiva hay muchísimos programas para adultos que no aportan nada, pero también hay otros que nos aportan importantes aprendizajes. Con los niños pasa igual. Por eso en casa no les negamos que vean la tele, pero si estamos atentos a lo que ven, procuramos evitar determinados programas y vemos la tele con ellos para poder hablar de lo que ven e incluso participar en juegos relacionados con sus dibujos favoritos.
Con respecto a la lista del año pasado, se mantienen imbatibles Peppa Pig y La Doctora Juguetes, Caillou ha perdido terreno y el mayor se ha despedido de Pocoyo, aunque ha sido recibido con los brazos abiertos por el pequeño. También hemos tenido nuevas incorporaciones, unas mejores que otras, todo hay que reconocerlo, de las que voy a destacar algunas:
Miles del futuro
Sin duda, el descubrimiento del año ha sido la familia Callisto. Sus aventuras a lo largo y ancho del universo han cautivado a mis dos chicos (sí, sí, el pequeño tiene auténtica obsesión con Miles). A ellos lo que más les gustan son las aventuras que viven y que Miles, pese a ser un niño, sea un "héroe", que resuelva situaciones difíciles con ingenio; a mí me gusta que muestra lo importante de que en una familia se apoyen los unos a los otros y se enfrenten juntos a los conflictos. Mis chicos incluso han incorporado a su vocabulario algunas de las expresiones de la serie. ¡Cósmico!
La patrulla canina
Supongo que es la serie estrella de todas las casas, así que no es de extrañar que también triunfe en la mía. Tengo que confesar que a mí no me gusta mucho y no veo el motivo de tanto éxito, pero está claro que la fórmula ha funcionado porque todos los niños andan como locos con esta serie. Un escuadrón de cachorros, comandados por un niño, protege a una ciudad. Por lo menos enseña algo de civismo y la importancia del trabajo en equipo. Me consuela pensar que, hasta el día de hoy, al menos he conseguido mantenerles alejados de Bob Esponja.
Ricitos y Osito
Esta ha sido la última incorporación a la ficción animada en casa y debo decir que no sé si es porque les gusta o, simplemente, porque Disney Channel la pone a todas horas. Así que aquí estamos a la hora del desayuno, viendo en bucle una y otra vez los mismos capítulos. Inspirada en el cuento popular Ricitos de Oro y los tres osos, la serie recrea la amistad de los pequeños protagonistas de la historia y sus aventuras en el bosque, donde viven otros personajes de cuentos clásicos. Un crossover de cuentos infantiles, donde a nuestros protagonistas se unen Caperucita Roja, los Tres Cerditos, el Lobo Feroz y otros muchos. Muy Disney.
Masha y el Oso
Les gusta a ellos y me gusta a mí. ¿Cómo resistirse a la traviesa e inquieta Masha y al tierno Oso que protagonizan esta serie? Humorística, tierna, expresiva e irónica, creo que es una serie muy inteligente, con poco diálogo (el necesario) y en la que la música tiene un gran protagonismo. De origen ruso, esta serie está inspirada en un cuento popular. Son capítulos cortos, de ritmo muy bien medido y con historias inteligentes. Me gusta que rompe con las convenciones y, como Masha resulta imprevisible, también lo son los argumentos. Á diferencia de los dibujos Disney, cuyos esquemas se repiten una y otra vez, nunca sabes cómo se va a desarrollar un capítulo. Tan sólo una cosa es segura: Masha, curiosa, intrépida y llena de energía, convertirá en un caos la vida de Oso, que la acompañará con paciencia, ternura y todo su buen corazón. Una de las mejores series de dibujos que he visto en los últimos años.
El pequeño reino de Ben y Holly
Ya habíamos visto el año pasado algún capítulo de Ben y Holly, pero creo que este año es cuando realmente ha calado en mis hijos. Una serie muy simpática de los creadores de Peppa Pig, protagonizada por hadas y duendes y otros seres diminutos. Dibujos clásicos, gags divertidos, tramas que conectan bien con los más pequeños, diálogos amenos... Entre otros valores, subraya la importancia de la amistad, el amor por la naturaleza, la creatividad o el esfuerzo.
¿Ven vuestros hijos alguna de estas series? ¿Qué os parecen?