Lo de huevos ecológicos me suena raro, pero no se me ocurre otra forma de decirlo. Vamos, que mi cuñada me ha traído huevos "de verdad" del pueblo, de las gallinas de sus abuelos, y es otro mundo. Ni el color es parecido (del sabor ya ni hablamos). No sé si mis hijos volverán a conformarse con los del súper...
Blog sobre maternidad y literatura infantil