Hoy os traigo una receta deliciosa de bizcocho de naranja. Muy fácil de hacer y, lo mejor de todo, es que queda muy esponjoso. A mi hijo mayor le encanta hacerlo y al pequeño comérselo. Apuntad, apuntad, que es un desayuno fantástico o una merienda perfecta.
Dos semanas seguidas he hecho este bizcocho de naranja. Compramos unas naranjas de zumo que estaban demasiado ácidas y languidecían en el frutero, porque no nos apetecía nada comérnoslas. Como lo de tirar comida está muy feo, decidí aprovecharlas e hice (perdón, hicimos, porque me ayudó mi hijo mayor) un bizcocho de naranja que salió tan bueno que voló del plato. Era un bizcocho esponjoso, muy aromático y jugoso. Nosotros, mis suegros, mi hermano y su mujer, mi madre... Todos lo disfrutaron muchísimo. Todos, excepto mi hijo mayor, que le gusta hacer bizcochos, pero luego no se los come. Es que ni los prueba. No me preguntéis por qué, yo tampoco lo entiendo, porque a día de hoy mi hijo ignora a qué sabe un bizcocho, pero le fascina prepararlos. Misterios gastronómicos de la infancia, que da para un post enterito.
Volviendo al tema, tan bueno salió que esta semana usé el resto de las naranjas e hice (perdón, hicimos) otro bizcocho. Salió tan rico como el anterior, así que está claro que es una receta espectacular que tengo que compartir con vosotros. Como cada niño es un mundo, a mi hijo pequeño, si le dejas, se come el bizcocho de naranja entero de una sentada. Con eso lo digo todo... Las que estéis a dieta, no me vengáis luego con reclamaciones, que el que avisa no es traidor.
Ingredientes:
250 ml. leche
250 ml. aceite de oliva
275 g. azúcar (la mitad puede ser de azúcar moreno)
275 g. harina
1 sobre de levadura
Canela molida (opcional)
125 ml. zumo de naranja
Ralladura de una naranja
Preparación del bizcocho de naranja:
1. En un bol poner los huevos y el azúcar y batir con la batidora de varillas (si no tenéis, pues con las varillas de mano. Más trabajo, qué se le va a hacer... es todo por una buena causa). Yo uso la mitad de azúcar blanco y la mitad de azúcar moreno, pero podéis utilizar sólo uno de los dos tipos. Eso ya a gusto del consumidor... o de lo que haya en la despensa.
2. Añadir la leche, el aceite, el zumo de naranja, la ralladura de naranja y una pizca de canela molida (este último ingrediente es opcional). Batir de nuevo.
3. Añadir la harina y la levadura tamizadas y pasar toda la mezcla con la batidora de varillas hasta que se forme una masa homogénea.
4. Untar un molde con mantequilla (a no ser que sea un molde de silicona, que entonces podéis saltaros este paso) y verter la mezcla. Os aconsejo usar un molde grande o dos pequeños, porque sale bastante cantidad.
5. Introducir en el horno, previamente calentado a 180º, y dejarlo hasta que, al pincharlo con un cuchillo o una varilla, salgan limpios. En mi horno tarda unos 45-50 minutos, pero puede que en los vuestros el tiempo sea distinto. No abráis el horno durante la primera media hora, para que no se baje el bizcocho, pero después os aconsejo que vayáis pinchando hasta dar con el tiempo del vuestro. Si vierais que se está tostando demasiado la parte de arriba, cubridlo con papel albal. De esa forma, seguirá haciéndose, pero no se quemará la parte de arriba.
Para las cantidades, siempre uso esta utilísima tabla de medidas y equivalencias del blog Silvia en la cocina. Os dejo el enlace por si os resultara útil.
Y, nada, una vez que esté hecho, ya sabéis, dejar enfriar, desmoldar y disfrutad este delicioso bizcocho de naranja. ¡Espero que os guste!
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