Me encanta cocinar con mi hijo mayor. Aún no tiene 3 años, pero le encanta meterse conmigo en la cocina y yo siempre busco recetas fáciles en las que pueda colaborar. Esta es una de sus favoritas: las galletas de limón.
Hoy en la clase de mi hijo mayor han hecho un taller de galletas. Se lo han pasado en grande, claro. Mi hijo, en cuanto se ha enterado que iban a cocinar, ha salido disparado al aula y no me ha dado ni un beso. Nos han guardado algunas a los padres. Mi hijo ha salido todo orgulloso con su galleta en la mano. Estaba rica y eso que todos los ingredientes eran alternativos para evitar las múltiples alergias de sus compañeros: sin huevo, leche de arroz, harina de maíz, margarina vegetal y azúcar glas. Las profesoras han buscado hasta dar con una receta apta para todos y las probaron en sus casas antes de hacer el taller. "Para ver si se podían comer, que tampoco era plan de hacer unas galletas que estuvieran malas", me ha explicado entre risas una de ellas. Reto superado, porque estaban buenas y los niños se lo han pasado pipa.
A raíz de este taller, me he acordado de una entrada que tengo guardada desde las Navidades con una receta de galletas que hice con mi hijo mayor durante las vacaciones. Es fácil de hacer con niños (a mi hijo le encantó trabajar la masa y dar forma a las galletas: no quedaron muy uniformes, pero eso no importa) y sale muy rica, así que os animo a que si tenéis una tarde tonta sin ningún plan, os pongáis manos a la masa.
Ingredientes:
90 g. de mantequilla/margarina (a temperatura ambiente)
180 g. de azúcar
1 huevo
1 limón (usaremos el zumo y la piel rallada)
290 g. de harina
1/2 cucharadita de levadura
Una pizca de sal
Preparación:
1. Echamos en un bol todos los ingredientes excepto la harina, la levadura y la sal. Batimos hasta obtener una masa cremosa.
2. Añadimos la harina tamizada, la levadura y la sal. Amasamos hasta conseguir una masa suave y homogénea.
3. Hacemos una bola con la masa, la cubrimos con papel film y la metemos en el frigorífico unos 45 minutos.
4. Sacamos la masa y damos forma a las galletas: formamos bolitas con la masa y las aplastamos con la mano. Las colocamos sobre una placa de horno cubierta con papel de hornear. Recordad dejar algo de espacio entre una galleta y otra, porque crecerán un poco.
5. Metemos la bandeja en el horno, previamente precalentado, y horneamos a 180º entre 10-15 minutos. El tiempo depende de vuestro horno, vosotros lo conocéis mejor que nadie. En mi caso, necesité tres hornadas (en la primera me pasé de tiempo, en la segunda me quedé corta y en la tercera, 12 minutos, acerté).
Hay recetas que añaden un poco de extracto de vainilla a la mezcla. Yo no tenía, así que no lo puse, pero la próxima ver probaré a añadirla.
Si no tenéis peso, para las cantidades de los ingredientes, podéis utilizar la tabla de medidas y equivalencias del blog Silvia en la cocina. Espero que os sea útil.
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