¿Recordáis mi lista de lecturas para el verano ? Pues puedo deciros muy contenta que he hecho los deberes. Los he leído todos e incluso alguno más que no estaba en la lista. Muchas de las que sois madres os quedaréis boquiabiertas. ¿Cómo es posible? Pues aprovechando siestas de los niños, ratitos que juegan solos, por las noches... No, no es sólo eso. No, no he dejado de atender a los niños y de disfrutar tiempo con ellos, ni de preparar la comida, ni de charlar con mi marido de lo divino y de lo humano. Leo rápido, eso ayuda, claro, pero no ha sido solo eso. Debo confesar que este ritmo de lectura no habría sido posible en la ciudad. Pero ni en la playa ni en el campo dispongo de internet, así que he contado con menos distracciones: ni blogs (el propio y los ajenos), ni artículos, ni nada. La tele también anda escasa por esos lares, así que otra distracción menos. Está claro que las tecnologías nos consumen mucho tiempo y nos lo roban de otras actividades. El móvil me ha mantenido con