Os lo había anunciado al principio de la semana y ya están aquí. Me voy de vacaciones. ¡¡Por fin!! No sé por qué me alegro tanto. Todas sabemos que las madres no tenemos vacaciones reales y las que estamos en casa ni siquiera cambiamos de actividad. Las que trabajan también fuera de casa por lo menos detienen su vida profesional (que no la maternal), pero nosotras seguimos haciendo lo mismo. Por lo menos cambiamos de escenario (estar en la playa lo cambia todo, ¿no?), relajamos costumbres y contamos con un mayor apoyo por parte de nuestros maridos.
Blog sobre maternidad y literatura infantil