Ir al contenido principal

Abraza a tu bebé. Beneficios del contacto piel con piel temprano y del Método Canguro

Dedico este post a Bárbara, una intrépida bebé que nació con 25 semanas y que se encuentra en Neonatos luchando por salir adelante. Su valiente madre, autora del blog Mamás Viajeras, de vez en cuando nos habla sobre la dura experiencia que está atravesando. Hace poco contó que habían comenzado el Método Canguro, lo que inspiró este post, ya que me recordó nuestro propio paso por Neonatos y los beneficios de este método. Mucho ánimo para las dos.

Hace mucho tiempo que quería escribir sobre el Método Canguro y el piel con piel temprano, términos que solemos usar indistintamente, pero que, aunque se parecen, no son iguales. El piel con piel temprano es el contacto con el cuerpo de la madre que se establece con los niños sanos nacidos a término nada más llegar al mundo, mientras que el Método Madre Canguro es el que se aplica con los prematuros y recién nacidos a término bajos de peso. Yo he tenido la suerte de practicar ambos con mis dos hijos.

Fuente: Pixabay


Piel con piel al nacer

Con el mayor, nada más nacer pude colocarle sobre mí.  Allí mismo le hicieron todas las pruebas rutinarias y, después, disfruté a solas con él (en compañía de mi marido) de sus dos primeras horas de vida. A estas primeras horas del bebé los expertos lo denominan período sensitivo y es cuando el bebé se adapta a su entorno. Hacerlo en contacto directo con el cuerpo de su madre (piel con piel) tiene muchos beneficios:

Ayuda a la termorregulación del bebé. Tras el parto, el cuerpo de la madre sube de temperatura, de forma que al colocar al bebé junto a ella, el pequeño estabilizará su temperatura.

Facilita el inicio de la lactancia materna. Numerosas investigaciones han demostrado que los bebés que empiezan la lactancia materna en sus primeras horas de vida lo hace de forma más exitosa. De hecho, instintivamente buscan el pecho de la madre al estar junto a ella. Las madres que no quieran optar por la lactancia materna evitarán este paso, pero pueden realizar igualmente el piel con piel, porque sus bebés se beneficiarán del resto de aspectos.

Sirve para relajar a la madre y al bebé después de la estresante vivencia del parto. Incluso los mejores partos suponen una experiencia impactante y agotadora tanto para la madre como para el bebé. Un par de horas tranquilas y juntos, sin visitas de familiares ni interrupciones del personal sanitario (a no ser que sean imprescindibles, claro) permiten a ambos relajarse y asimilar la nueva situación.

Permite establecer con mayor rapidez el vínculo afectivo entre madre-hijo. El contacto directo entre ambos supone el primer paso para conocerse. Lo hacen a través de los sentidos (el tacto, el olor).

Para hacer un correcto piel con piel temprano es necesario un entorno acogedor y tranquilo durante al menos una hora. Cada vez más hospitales fomentan esta práctica. En algunos (como en el mío) llegan al extremo de que si por alguna causa la madre no puede hacer el piel con piel, le ofrecen al padre la posibilidad de practicarlo él hasta que la madre esté en disposición.

Método Madre Canguro

También cada vez más hospitales del mundo utilizan el Método Madre Canguro en el cuidado de bebés prematuros o nacidos con bajo peso. Los primeros en presentar este método fueron los doctores Rey y Martínez en Bogotá (Colombia). El método abarca diversos aspectos, desde el contacto piel con piel temprano y continuado, la posición vertical del bebé y la alimentación con leche materna en exclusiva. Así, se trata de establecer un contacto piel con piel con el niño continuo y prolongado, siempre en posición vertical. Este contacto debe durar el máximo tiempo posible. Lo ideal sería las 24 horas al día con la ayuda de un elástico para sostenerlo, pero, como esto suele resultar inviable, generalmente se limita al mayor tiempo posible y siempre un mínimo de dos horas continuadas. Lo ideal es practicarlo con la madre, pero también puede hacerse con el padre o con otro adulto.

Es muy importante adoptar la postura correcta con el bebé. Por eso, los hospitales que aplican este método  cuentan con personal especializado que ayuda a los padres a iniciarse en este tipo de cuidados. La madre debe estar en una posición semi-sentada con el bebé apoyado sobre el pecho en posición vertical y respetando la postura de ranita. La cabeza del bebé debe estar girada hacia un lado y se alternará a izquierda y derecha después de cada toma. Es importante que el contacto sea piel con piel, por lo que el bebé puede ir solo con el pañal o con la ropita abierta en la zona del pecho. Igualmente la madre deberá llevar ropa que facilite el contacto corporal. Por ejemplo, una camisa es fácil de abrir para colocar al bebé. También se puede ayudar de un portabebés.

Por supuesto, han de darse una serie de circunstancias para aplicar el método: que el bebé esté estable, sin braquicardias ni apneas ni otros problemas médicos. Se recomienda comenzar a aplicarlo en el entorno hospitalario, en el que los padres pueden recibir el asesoramiento de personal especializado y después continuar aplicándolo en el hogar, una vez que el bebé recibe el alta. De hecho, está demostrado que los bebés con los que se practica el Método Canguro reciben antes el alta hospitalaria. La OMS recomienda este método tanto en países con escasos recursos como en hospitales dotados con las más avanzadas tecnologías. El cuerpo de la madre (y, en su defecto, del padre u otro adulto) resulta tanto o más eficaz que una moderna incubadora.

Mi hijo pequeño nació con 30 semanas. Las primeras veces que entré en Neonatos siempre veía a padres y madres en cómodos sillones con el torso desnudo y sus bebés abrazados. Los primeros días mi bebé presentó una serie de problemas médicos que impidió aplicar este método. Pero en cuanto fue posible que lo cogiéramos en brazos, nos sumamos a todos esos padres que pasaban un montón de horas al día con sus bebés en brazos. Durante los casi dos meses que estuvo ingresado, mi marido y yo nos turnábamos en el sillón para estar con nuestro bebé

Cuando nos dieron el alta, nos animaron a seguir aplicando el método en casa. Así lo hicimos. De hecho yo me compré, por consejo de mi matrona, una mochila-fular, la Caboo Carrier (de la que ya he hablado con anterioridad, podéis leerlo aquí), con la que podía llevar a mi bebé pegado a mí en posición vertical todo el tiempo que quisiera y me dejaba las manos libres para hacer otras cosas. Lo usaba incluso en casa: podía sentarme a pintar con el mayor o a hacer un puzzle y, al mismo tiempo, mantener el contacto corporal con el bebé.

El método incluye la alimentación mediante lactancia materna en exclusiva, algo que también pudimos hacer con mucho esfuerzo. Ya he hablado sobre el tema aquí y aquí, así que no me repito.

Beneficios del Método Canguro

El contacto directo con el cuerpo de la madre proporciona al bebé el calor necesario para regular su temperatura corporal. También le ayuda a estabilizar su frecuencia cardíaca y respiratoria.

La lactancia materna disminuye el riesgo de infecciones y el contacto con la madre mejora el sistema inmunológico del bebé.

Ayuda al bebé en su aumento de peso.

El contacto con la madre proporciona seguridad y tranquilidad al bebé, de forma que contribuye a fortalecer el vínculo afectivo entre madre e hijo.

Los prematuros sufren un mayor estrés postparto que los bebés nacidos a término. El Método Canguro les ayuda a adaptarse a su nuevo entorno, al que han llegado antes de tiempo.

Diversos estudios indican que este método influye a largo plazo en el desarrollo neurológico, cognitivo y psicomotor del niño.

Si quieres más información puedes encontrarla en los siguientes enlaces:

Método Madre Canguro. Guía práctica. Folleto publicado por la OMS para profesionales sanitarios.
Que no os separen. Campaña promovida por la Asociación El Parto Es Nuestro.
Cuidados Madre Canguro. Red Canguro.

Y vosotras, ¿pudisteis aplicar el Método Canguro o el contacto piel con piel con vuestros bebés?